Desafios del Nuevo Orden Mundial, y el coronavirus que.
Del escritorio del
General de División Francisco Bermúdez Amado
Política exterior,
desafíos del nuevo orden mundial.
De la geografía al nuevo diseño mundial
La inquietud
del liderazgo humano nos ha llevado a través de una historia de conquistas
y subyugaciones, de sometimiento de
territorios y civilizaciones, no pretendemos escudriñar esos azahares, sino
traerlos al escenario actual, procesos de conflictividad y de integración, así
como de prosperidad y transculturización, una interacción muchas veces no
comprendida. Territorios, etnias, culturas, tribus, todos en franca rebeldía y
luchando por obtener un espacio, mantenerlo o expandirlo. El humano se desplaza
y conquista, ocupa o bien usufructúa un determinado territorio en un
determinado espacio de tiempo. ¡AH! espacio, un imperativo histórico, que se
relaciona en dos sentidos, tiempo y terreno. De estos albores surgen los
paradigmas del derecho de posesión, un ámbito jurídico suficientemente
discutido y dialogado, por quienes lo usufructúan, mas no por aquellos que lo
padecen.
El derecho
imperial ha sido establecido y peor aún, se ha dado por vigente y de uso común
hoy día, nos regimos por un derecho “internacional” que es producto de los
dominantes, de los expropiadores de los despojadores, y de los limitadores de
líneas fronterizas antojadizas. Esa es una clara definición de los problemas
actuales. Se impulsó un proceso de migraciones populares, con el único fin de
gestar disociación e irregularidades. Hoy, este proceso está llegando a los
estados dominantes. Son señales de cambios, es unas construcción advenediza o
bien en la que, construiremos unas nueva cultura, como ha sucedido tantas
veces, una cultura continental. Los americanos para América.
Imperativo ha
sido la movilización humana, génesis de todo el proceso. La movilización humana
constituye históricamente el principal motor de la construcción cultural. El
alfa y omega geográfico es la movilización humana, esta, ha sido y sigue siendo
el principal motor del crecimiento, y se ha desplazado hacia donde se necesita
o se intuye su necesidad. Desde la Mesopotamia y sus derivadas civilizaciones
el factor principal ha sido la movilización humana, se necesitan humanos para
las grandes construcciones, producciones agrícolas, tanto infraestructura, como
arquitectura, ciencia y tecnología, las grandes civilizaciones se dieron en
estos factores deterministas, humanos, conocimiento, tecnologías y recursos.
En un inicio
la geografía era la que inducia estos determinantes, caminos, canales,
represas, regadíos, trasformaciones geográficas, hoy, ya no, hoy es la
tecnología y la mecánica, la que hacen la diferencia, con el potencial del
conocimiento y el cálculo del manejo de datos e información. La tecnología de producción:
de alimentos, medicinas y equipos de diagnóstico, maquinaria, equipos de
comunicación, redes sociales y laborales, diseño de nuevos servicios, creación tanto
del ocio como industria, la industria geoespacial, la industria de guerra,
todos estos como facilitadores y consolidadadores de lo esencial, las comunicaciones,
subsanan esta etapa de desarrollo humano.
¿Qué es la
geografía, ya no humana, por el contrario tecnológica? ¿Qué son las fronteras,
frente a la tecnología? ¿Qué es el conocimiento frente a su producto?
La dimensión
de entendimiento de los subyacentes elementos de comprensión, son una vertiente
del conocimiento (información) y de los medios tecnológicos disponibles. La
variable estratégica sigue siendo el ser humano, su conocimiento y su
determinación.
Geocultura y Poder
¡No es nuevo! La
disparidad religiosa, ideológica y cultural del mundo es evidente. El
simbolismo cultural ha sido de por si difuso y circunstancial. Me parece que
concluimos en un perdurable momento de integración. ¿El proceso humano ha
terminado? seguimos siendo diferentes, antagónico en creencias, sistemas y
actitudes. ¡Es un proceso de integración geocultural? Razas, colores,
creencias, dioses, tradiciones, arte y muy especialmente tradiciones, nos hacen
diferentes, o bien en proceso de integración. Somos una especia estancada o más
creo en proceso de sincretismo, de integración, nos identificamos o nos
identifican, como seres humanos dispares, ¿no somos unos solos? ¡No! Por el
momento son más poderosas nuestras diferencias que afinidades. Esta realidad
cognoscitiva nos hace más enemigos que amigos. El espectro geocultural está
demarcando más distanciamiento que integración. O bien el poder y la dominación
son nuestros impulsos, nativos, intrínsecos.
La notoriedad
es sin duda que la geocultura, impele la rebelión social. Es cultural, antropogénica,
antropológica o sociológica o bien el fin último es pobreza y riqueza, todos
queremos lo mismo o parecido, porque la riqueza es circunstancial, no todos
somos sujetos al mismo estigmas, que es riqueza y que es poder. O son
concomitantes.
Los procesos
son concomitantes, se integran el poder y la cultura, ambos convergen en un
síntoma, prosperidad. O divergen en un sentido de oportunidades que es el más
circunstancial de los efectos, ya que no existe, todos nos sometemos al
escrutinio cultural y oportunista. Quien lo tomas o no. Y quienes sobrellevan
la perfidia de vivir del flagelo humano.
El poder surge
de los dominios geográfico y del liderazgo humano, sumados generan el control
de grupos y espacios territoriales, cuyos fines son diversos pero constituyen
el basamento de la generación económica, riqueza. El liderazgo, constituye el
elemento humano de control, fundamentado en la visión y las líneas estratégicas
definidas para alcanzar los satisfactores del conglomerado, llámese, tribu,
raza, estado, civilización o imperio. La riqueza ha constituido el fin a
perseguir, es el motor del bienestar y de las artes, las ciencia y el desarrollo
del conocimiento, se yuxtapone con el fenómeno de las demografía, lo que
llamamos explosión demográfica constituye el factor potencializador de los
flagelos humanos, en términos reales la población humana crece más rápido que
la capacidad de generar satisfactores, incrementando la demanda y proliferando
las disociaciones en cuanto al bienestar, dando paso a los conceptos
ideológicos de bienestar y desarrollo. Sin duda un eclipse social, unos avanzan
en la riqueza y otros avanzan en la proliferación social. Este fenómeno se
remonta a las cavernas y al inicio de las civilizaciones. El factor actual es
como lograr un balance entre la riqueza y la proliferación social.
El estudio del
poder dentro de la cultura genera las alternativas hasta hoy viables, siendo
estas no igualitarias, quien ostenta el poder ostenta la riqueza, y lo
contrario. El debate ideológico y de las relaciones internacionales, es
similar, estados ricos y estados pobres, estados dominantes y estados
dominados. Poder y riqueza son parte de la misma moneda. La creación de la Liga
de las Naciones que más tarde dio paso a la fundación de Naciones Unidas, como
el esfuerzo de consolidar lo que se conoce como “el idealismo en las relaciones
internacionales”, considerándose como el más grande proyecto de igualdad
interestatal que se ha conformado, aspiración esta del Presidente Woodrow
Wilson. Consolidándose años posteriores en lo que conocemos como Naciones
Unidas con sus vaivenes del proceso y su intrínsecas resolución de los cinco
grandes países ganadores de la segunda guerra mundial. “Iguales entre
diferentes”. El final de la guerra mundial trajo consigo dos grandes esfuerzos
de búsqueda de armonía, las UN/UN en el campo político y en la parte económica los
acuerdos de Bretton Woods triada del FM, BM, OMC, paquete que traía incluido la
equiparación del patrón oro al dólar norteamericano, sustituido éste, años
posteriores por Nixon.
Estos dos
hechos pueden ser en el siglo XX los esfuerzos de postguerra, para afianzar el
poder político y económico del mundo, de los vencedores hacia los vencidos y
los que se suman en el aplauso. Realidad político-económica que nos acompaña, y
que en cierta medida regula las acciones económicas y políticas de los
“diferentes”. La preeminencia sobresalta en lo económico y desplaza a lo
político a una realidad de codependencia existencial, siendo este el eje
transversal de las relaciones internacional. Surge el nuevo imperialismo
económico y científico, como evidencia del progreso humano y de la sociedad
libre, consumista y tecnológica.
Beneficiarios de la disponibilidad económica y del avance científico en
todos los ámbitos nos adentramos a una sociedad económica de consumo y
crecimiento, como parámetros de medición social, más no cultural para muchos
Estados. Hoy día, refutamos esta realidad y buscamos otros parámetros de la
convivencia interestatal, del intercambio económico y de la proliferación de la
riqueza en términos geoeconómicos, vinculados directamente a la sociedad y su
necesidad de bienestar y prosperidad, este es el desafío del nuevo milenio,
frente al imperativo demográfico y la ingente necesidad de un confort
geocultural.
La Geoeconomía y Poder
Los recursos
naturales constituyen el bien primigenio de todo estamento político, su
disposición está vinculada a su geografía, sin embargo el recurso humano sigue
siendo el bien principal de la ecuación, luego pueden estar los de orden
natural, geográfico, hídrico, mineral y muchos más. La ciencia se ha
especializado en enumerarlos de acuerdo a su uso y su avance en el diseño de
nuevas tecnológicas que requieren diferentes materiales minerales, siendo este
parámetro el nuevo y variable escenario de búsqueda de recursos naturales. El
avance de la ciencia esta constantemente evidenciando la necesidad y demanda de
ciertos productos naturales de altas precisión y escases para la configuración
de las nuevas tecnologías dominantes.
La riqueza
siempre fue factor de poder y dominio, quizás uno de los ejemplos más
connotados históricamente es el de la familia Medici, quienes con el comercio y
la política lograron acumular tal riqueza que les permitió un rol político
mundial durante casi tres centurias. No es el único caso, pero significativo
para la historia de la Europa occidental. En similares condiciones surgen actores
de la tecnología moderna, quienes se convierten en hacedores de imperios
financieros, influyentes en la vida de mundial. Definiendo y orientando según
sus criterios hacia donde debe dirigirse la humanidad. Sin duda estos imperios
familiares o personales se dan, en regiones y Estados, constituyéndose en los
pretenciosos líderes del devenir social, político y económico de sus áreas de
influencia. Los nuevos conflictos se dan entre estas familias que impulsan los
Estados, regiones y continentes hacia los conflictos por la hegemonía
económica, cuyos fines son expansionistas y de sobrevivencia. Los grandes
conglomerados financiero, productivos y de control de medios de comunicación
masivos, son en el nuevo orden actores de suma importancia, jugadores de grandes
intereses, que sobrepasan a la mayoría de Estados incipientes y pobres de la
faz terráquea.
Este realismo
económico mundial, familiar y corporativo, induce a que se establezcan
respuestas atinadas y ordenadas, a la superación de las fragilidades económicas
de Estado, sujetos a corrupción y desbalances económicos por solo la actuación
de un consorcio. El nuevo orden mundial debe apuntalar a la integración megaestatal
y de nuevas regiones geoculturales y geoeconómicas importantes que superen
estos avatares corporativos, es imprescindible la recomposición de Estados minúsculos
y carentes de sustentos reales frente a estos consorcios. La expansión geoeconómica
es el imperativo de unión y regionalización estatal.
El nuevo orden
mundial debe reconocer una transformación de fronteras políticas versus una
alineación de zonas geoeconómicas y geoculturales de gran impacto social, para
su propio sustento y prosperidad.
El crecimiento
demográfico y las limitaciones geopolíticas están generando el fenómeno de las
migraciones a gran escala. El crecimiento demográfico aunado a la inestabilidad
política y la falta de inversión en los recursos naturales son el llamado a la
pobreza y a la migración. Procesos sociales de antaño y vinculados a las zonas
de impacto económico. Sin embargo estas constituyen focos de ausencia de
intereses inversores, de sus propios grupos sociales o/y de su consistencia
geocultural, no hay una visión geopolítica natural que impulse las inversión y
la prosperidad. Este fenómeno se puede orientar a los procesos de colonización
y descolonización, que son connotados y difusos en cuanto a su variedad y
protocolos. Un caso particular y no exclusivo lo constituye la isla “La
Española” hoy constituida por Haití y la Republica Dominicana, caso singular y
paradigmático en cuanto en un territorio delimitado, como lo es la isla, surgen
dos Estados con diferentes orígenes de colonización y condimentados con una
diferencia étnica, racial, no consuetudinaria, sin embargo, característica de
la isla, de diferentes procesos de desarrollo y expansión de prosperidad.
Siendo paradójicamente, una isla espectacular de ambos lados. Menester reconocer que la visión y el sentido
geocultural, en suma instancia, lo que marca la diferencia.
Las
migraciones europeas del este hacia el occidente son sin duda un fenómeno de la
inestabilidad política, marcando una diferencia en cuanto a la disponibilidad
de recursos naturales, son comunidades en búsqueda de sosiego étnico y religioso, este fenómeno es también intuitivo de
analizar, ya que el choque religioso es un factor de confrontación social, las
áreas de contacto geocultural, han sido sintomáticamente escenarios de
conflictos ideológicos, religiosos y culturales, aun, siendo sociedades que
comparten una misma raza u origen geográfico. La deflagración de los Balcanes
un en suma un claro ejemplo de conflictos interraciales e interreligiosos, de
grandes magnitudes. Sin embargo representan zonas relaciones interraciales de
gran impacto, han cambiado la escenografía ética del emblemático centro
europeo. Fenómeno que aportas un proceso de integración racial, cultural y
política, en cuanto a formas de administración y liderazgo regional. Vikingos,
sajones, rusos, anglos, teutónicos y otras denominaciones, y sus posteriores
influencias árabes, turcas, y otomanas fundamentalmente.
Un fenómeno
que se proyecta a las regiones del medio oriente, entre kurdos, chiitas y
Sunís, de total antagonismo y disfunción
cultural. Con el imperativo de convivencia ancestral geográfica, similar
el caso judío/palestino, diferente en cuanto a sus orígenes judeocristianos y
musulmanes. Expresiones del centrifugismo social por disimiles razones, pero
que generan un gran impacto en la vida social y política de los involucrados.
Fenómeno esté “centrifugal” que afecta a muchas geocultura. Cuestionamos desde estas premisas
conceptuales, si, la intencionalidad es la organización social para la
prosperidad, o si la prosperidad se visualiza desde el enfoque de la
diferenciación, centrifugal.
En contra
posición en las sociedades que tienden a la acción centrípeta, y que se
producen interacciones de entendimiento y correlación, la prosperidad es más
fértil, convergen en un proceso geocultural de integración y de generación de
nuevos paradigmas sociales y culturales. De esta premisa podemos deducir que a mayor empatía social
mayor prosperidad, un claro ejemplo es el llamado “sueño americano” que no es
más, que la acción centrípeta de grupos sociales disimiles a una nuevo forma de
constitución social y de justicia, para la prosperidad.
La
configuración cultural y económica entre otras en lo que conocemos como
geopolítica, un ambiente en que tanto la sociedad con su imponderable sistema
político convive para la búsqueda de su prosperidad y realización social. Que
surge de esta afinidad y entendimiento geocultural y geoeconómico, un ambiente
de fuerzas centrípetas que amalgaman nuevas razas, idiomas, tradiciones y
culturas, produciendo una connotación social nueva integracionista e
incluyente, pero nueva. Esta acción social no pretende negar los fundamentos de
su creación, por el contrario pretende generar parámetros de convivencias y
desarrollo integral del nuevo sincretismo social, basado en la libertad y las
justicia como paradigmas de un nuevo discurrir social y cultural.
Geopolítica y poder
El esfuerzo
supremo del poder, es la definición política del mundo, su inspiración se
fundamenta en todos los valores de orden económico, social y militar, y por
supuesto político, como acción humana. Las expresiones del poder natural que
conocemos e identificamos como estigmas de la relación intrasocietaria, se
manifiestan en este escenario, realista, no idealista. Desde los antiguos
griegos que identificaban la filosofía del poder y la justicia, amalgamaban
conceptos en torno a esta realidad
imponderable del ser humano, su capacidad de aglutinar poder mediante el arte
de la conducción social, la política. Es la política el arte de gobernar, es el
arte de administrar dicen otros, es el arte de inducir a las masas, y así
encontraremos un sinfín de acepciones sobre la política. Y todas son valederas,
quizás la política en cuanto a que el orden social es de suma importante,
constituye el mayor desarrollo en el orden filosófico, social, antropológico e
incluso lingüístico.
Muchos son los
filósofos políticos que se han pronunciado en torno al arte de gobernar, sería
interminable su enunciación, sin embargo todos coinciden en que gobernar es el
fin último del hombre, como lograr que las multitudes el pueblo acaten sus
determinaciones. Leyes, fue quizás el primer fundamento, y se desarrolla desde
la Grecia antigua, y continua con los romanos y llega hasta nuestros Estados.
Legislación, normas de uso aceptado generales y de aplicación universal, no
individual, valga la aclaración. Reconocimiento de la autoridad legalmente
constituida, y un periférico constituido adicionalmente aunque no tan aceptado,
que su mandato los designen a su juicio, o su libre albedrío. Son electos y lo
que hagan no responde a los intereses de sus electores, no hay forma de
confinar sus decisiones a este compromiso, clara deficiencia de la democracia.
Derivado de
estos señalamientos de orden constitutivo, que nos puede garantizar que el
orden internacional, políticamente hablando, responsa en conjetura a esos
predeterminados. Nada. Son los intereses individuales y sectoriales los que se
manifiestan, los intereses económicos y sus derivaciones en torno a supra
acuerdos de estabilidad y conducción. Bueno, esto no es nuevo, quizás las
acciones y la nueva definición del ordenamiento geopolítico mundial, pueda
tener más sentido en torno a un determinismo mundial. Somos lo que somos y no
cambiara. Falas determinismo, la segunda guerra mundial termino con los
principales imperios existentes y sobrevivieron cinco, los UN. El consejo de
Seguridad de UN son los grandes líderes mundiales los victoriosos de la guerra,
Estado Unidos, Rusia, China, Francia e Inglaterra, de los cuales los dos
últimos fueron rescatados para la aprobación unitaria.
Ellos formaron
el orden mundial en su momento, a mi entender dos comunistas y un liberal, los
otros eran votos. La economía mundial estaba en crisis, la producción de guerra
tenía que reorientarse y debían crearse mercados para esa nueva producción,
concomitante era imperativo generar estabilidad mundial, condición que no se
logró, vivimos una guerra de baja intensidad dese el 44. Las guerras del siglo
XX dieron por finalizados al imperio Austrohúngaro, el imperio Otomano, el
imperio Japonés, el imperio Alemán y el húngaro, se agrega el italiano y el rumano.
Estados Unidos consolida sus posiciones del imperio Español, en el sudeste
pacifico, en el caribe y se posiciona de enclaves estratégicos en Eurasia, y el
medio oriente. Se redefinió el orbe político. 1898 la caída de Cuba da por
finalizado el imperio español y sus posiciones en américa, sobre viven,
Inglaterra, Holanda y Francia como
dominantes de archipiélagos en el caribe americano. El mar del sur se consolida
para Estados Unidos, con Taiwán, filipinas y las islas de sur. Su dominio de
Japón disuade a China de su avance y su intervención en Corea con el paralelo
34 consolida una posición estratégicas frente al comunismo. Se desata la guerra
del sudeste asiático en la península de Camboya y Vietnam. Dando pie a un
periodo de estancamiento de aceptación de del status quo que se conoce como la
guerra fría.
Singular
estadio mundial, confluye con la caída del imperio Ruso (ascensión de los
bolcheviques) y el resurgir de un nuevo criterio político y geográfico, se
desenlaza las guerras del Este de Europa y sus redituales estadios del imperio
romano, entre musulmanes y cristianos, dando pie, a la confrontación de
civilizaciones que hoy vivimos en su esplendor.
¡Y la geografía, que!
El imperativo
geográfico continúa siendo el factor determinante en la civilización humana, su
configuración, su orografía, su demografía y ante todo su productividad, son
los factores determinantes, estos debido a las tecnologías y las incipientes
necesidades de está misma, son sin precedentes, su control y explotación, son
el camino de la humanidad. Cada vez producimos más, vivimos más, nos
relacionamos más, todo ello debido a la tecnología, el mejor producto humano.
La tierra es nuestro mejor aliado y su conservación y explotación racional y
reactiva es el camino de nuestra sobrevivencia, no es un ser humano depredador,
es un ser humano ingenioso y productor. Nuestra propia sobrevivencia marcara
este estadio, una especie que se ve en vías de extinción mutua, una que encuentra
confort se multiplica, el ser humano se multiplica porque encuentra un clima
favorable, somos los humanos los que debemos propiciarlos. En términos reales
volvemos a nuestros principios donde está el bienestar que nos otorga la
geografía, lo buscamos, pero también mejoramos los inciertos de nuestra
mejoría. Generamos una configuración de interrelaciones sociales y con nuestro
entorno cada vez más eficiente y provechosa. ¡Ha! la temática es provechosa. Son
en la conjetura social, la geografía y demográfica los factores refutables de
discusión.
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