Impacto Geopolítico de las elecciones en Estados Unidos y Nicaragua
Impacto Geopolítico de las
elecciones en Estados Unidos y Nicaragua.
El final del año 2016 nos trae cambios y
expectativas en torno al devenir geoestratégico. Un año que acarreó consigo
cambios sustanciales en la dinámica política continental afectando
consecuentemente el crecimiento económico y la prosperidad social.
La crisis política de las últimas tres
décadas en las que se manifestó un auténtico crecimiento del populismo demagógico
y el incremento de la oferta "regalona" a todo nivel, estrategia de
mercadeo político a la que nos han llevado los partidos políticos y en
principio sus líderes, iniciando con el surgimiento del mal llamado Socialismo
del Siglo XXI, el cual fue encabezado por Chávez, Lula, Kirchner, Evo Morales,
Correa, Ortega y otros de menor intensidad, nos ha llevado a un crecimiento de
la deuda interna y a un incremento marcado por los déficit presupuestarios.
Aunado esto a la corrupción que cada día aflora más en los distintos
países. Sin embargo el agotamiento
ciudadano es real y los eventos que se suscitaron son la consecuencia del rechazo
a los discursos y a la oferta demagógica.
El fracaso populista y despilfarrador
genero un detrimento en la economía Americana. Siendo nuestro continente un vasto
territorio, nos vemos impelido a la prosperidad, por el creciente desasosiego
social originado por la discordia ideológica, por un lado los socialistas estatistas
y por el otro los mercantilistas o neoliberales, entendiendo esto último,
aquellos que persiguen las concesiones estatales y las excepciones impositivas,
en resumen favores y privilegios de las autoridades.
La crisis social se manifiesta en todas
nuestras poblaciones, de tal manera que vemos una segmentación entre las
diferentes edades de la de la sociedad,
los llamados Milleniun que oscilan entre los 18 y los 35 años, con una
percepción propia de lo que es el quehacer político usualmente adquirida a
través de las redes sociales y los mayores que irían de los 35 años en adelante
con una percepción diferente de lo que es la acción de los
políticos. En resumidas cuentas la percepción ronda en ambos segmentos en la
decepción pero también en una distinción en términos de la escogencia no tanto
ideológica sino en los discursos de los diferentes líderes.
Continuamos escuchando los discursos que
van desde un extremo sensible y misericordioso apelando al corazón y no a la
razón hasta el otro extremo de pragmatismo y auto gestión, en ambos, los
ofrecimientos son múltiples pero también las realidades que generan son
totalmente diferentes. Llevamos alrededor de tres décadas de estar en este
devenir ideológico, sin embargo no se han logrado concretizar las aspiraciones
de nuestras sociedades. Aunado a estos procesos discursivos tenemos el
crecimiento exponencial de nuestra población. El tema demográfico se ha
convertido en un desafío el cual debemos abordar con total pragmatismo y con
mucha determinación para alcanzar evitar el colapso de los estados ante este fenómeno
humano.
Es imperativo ante el fenómeno
demográfico que acontece en el continente Americano quizás el continente que
está creciendo a una mayor tasa en relación con el resto de continentes sobre
la faz de la tierra. Se hace necesario que se tomen las decisiones apropiadas
para generar un mayor crecimiento económico, un mejor intercambio comercial
entre los países del continente y así impulsar la prosperidad de tal forma que podamos
conseguir los satisfactores para nuestras respectivas comunidades.
Los extremos ideológicos y de gestión
administrativa han demostrado hasta el día de hoy no ser lo eficientes que se
pretende en cada uno de los grupos que promulgan por ellos. Se ve con mayor
ahínco que los gobiernos de centro en los cuales se ve una gran predisposición
a fomentar la inversión, la producción y el intercambio económico han tenido
más éxito que aquellos en los cuales la tendencia es a la regulación de toda la
actividad económica. También es importante reconocer que los gobiernos que le
han dado mayor énfasis a los modelos específicos en términos de generar una
mayor y mejor educación para su sociedad han tenido superiores resultados en
lograr a través de la educación orientada al trabajo alcanzar metas de
crecimiento económico más satisfactorias. Asimismo la subsidiaridad en términos del soporte que los gobiernos
deben darle a los grupos más
necesitados, siempre y cuando esto no
sean regalos y para lo cual deben estructurarse los programas de cooperación
social que permitan cualificar en mejor forma al recurso humano para que pueda
enfrentar los desafíos de la competencia laboral y de la competencia
estructural del comercio.
Las elecciones en Estados Unidos y el giro
radical del enfoque político de la sociedad americana. Si podemos hacer una
distinción entre lo que fue el voto de los mayores de 35 años en adelante y los
Milleniun de 18 a 35 nos podremos dar cuenta de la diferenciación en su
perspectiva política. Para los adultos el enfoque se circunscribe más a la
certeza de su capacidad económica, a la certeza de su status financiero y al
orgullo que sienten como estadounidenses, planteamientos claramente expuestos
en la plataforma republicana. En el caso de los Milleniun su perspectiva se
torna más hacia los postulados del partido demócrata porque son más sensibles
en términos de la problemática de derechos humanos, a la problemática racista y
a los diferentes temas de migración, una actitud mucho más pasiva hacia las
preocupaciones del mundo como tal y no al interés propiamente económico, de
crecimiento y de poder internacional que es el mensaje fundamental republicano.
El mensaje principal del candidato Donald
Trump se centró en el desafío al estamento político situación que no se había
dado en muchos años y que causó conmoción obviamente un articulado discurso
desafiante y, en jerga política, diciendo lo políticamente incorrecto pero qué
es lo que la población quiere escuchar cansados ya del engaño de ese discurso
populista demagógico característico de los últimos 30 o 40 años de la historia
política americana. Sin duda el discurso del señor Trump vino a motivar los
intereses de la clase más desfavorecidas de Estados Unidos y hacia ellos fue el
mensaje, a esa clase trabajadora obrera campesina olvidada por tantos años de
demagogia, ante esto, el impacto no se hizo esperar, la respuesta fue
contundente y hoy se le diferencia como el voto rural para los republicanos y
el voto citadino para los demócratas. Siendo esta realidad política una
característica común en toda América la decepción de los partidos políticos
hacia su población cuando después de muchas promesas no se visualizan los
resultados ofrecidos. Esta decepción que el señor Trump sacó a colación y que
ha sido una de las causales de su éxito al desafiar un paradigma político, llevándolo
a una realidad en que no forzosamente se tiene que ser político para gobernar y
que la experiencia que demanda un mundo globalizado y donde la pobreza está
creciendo como en el presente requiere de iniciativas creativas que logren
articular nuevos convenio que logren articular nuevas estrategias para el
crecimiento económico, para mejorar el intercambio comercial entre los estados
y los continentes y por supuesto el producto de esto será la prosperidad
nuevamente.
Es singular el desarrollo de esta campaña
ya que se puso sobre la mesa los temas más álgidos de la sociedad
norteamericana, los temas raciales, de migrantes, del tráfico de drogas, algo
que impactos mucho en la visión latinoamericana fue el sacar a colación el tema
de la frontera México estadounidense y la estrategia de continuar con el
levantamiento del muro divisorio así como el mencionar la injerencia de los
ciudadanos mexicanos en el control fronterizo para el trasiego de drogas, de
indocumentados y la violencia que estas actividades generan colateralmente.
Temática que sin lugar a duda exacerba
los ánimos de los ciudadanos mexicanos y también muy importante recalcar motivaron
la pasión de los medios de comunicación tanto escritos con radiales y de muchos
periodistas y comunicadores, cuyos mercados principales son en la república
mexicana y en Latinoamérica, estos medios sin lugar a duda generaron y
continúan generando una zozobra y un nivel de confrontación hace mucho no
vista, resaltando la personalidad de racista y poco humana al referirse al
candidato republicano.
Por el contrario los demócratas hicieron
gala de esos espacios provocados por el candidato republicano y contribuyeron
también a resaltar los hechos de una supuesta mejoría en el trato a los
migrantes, una supuesta mejoría en el trato a los grupos sociales minoritarios
de Estados Unidos, temas que se volvieron candentes en los debates
presidenciales finales y de los cuales aparentemente la simpatía se centraba en
la señora Hillary Clinton, percepción que fue también aprovechada por los
medios parcializados hacia los demócratas y se encargaron de la difusión masiva
de esta supuesta percepción humanitaria que tenía la señora Clinton. Estas
simpatías generaron también una falsa percepción en el levantamiento de
encuestas lo que empezó a evidenciar en el inicio un distanciamiento de varios
puntos de diferencia que con el tiempo se fue acortando y que al final los
resultados electorales dieron al traste con esas predicciones.
El caso totalmente diferente de
Nicaragua, en donde se realizaron unas elecciones totalmente fraudulentas en
las cuales los opositores habían sido acosado y acusados en incluso eliminados
muchos de la contienda electoral, en la cual el frente sandinista hizo gala de
su soberbia y su poder absoluto al haber algunos meses antes de la elección
desaforado a 28 diputados mediante una orden del organismo judicial
nicaragüense que por supuesto está bajo el dominio de Daniel Ortega y Rosario
Murillo. Con esta elección la pareja presidencial nicaragüense se consolida en el
poder absoluto en el estado nicaragüense. Generando una gran incertidumbre en
toda la región centroamericana ya que el gobierno nicaragüense se torna en un
camino muy similar al gobierno chavista de Venezuela haciendo gala según ellos
de lo que se conoce como el socialismo del siglo XXI. Peligrosamente Daniel y
Rosario se adentran a un tercer período consecutivo de gobierno a consolidar un
proceso de establecimiento de un totalitarismo de Estado y de la privación de
la libertad, derecho fundamental del pueblo nicaragüense.
Es importante hacer un llamado a la
reflexión y a la atención ya que Ortega ha sido habilidoso en atraer capitales
de inversión bajo condiciones no muy claras, muchos de estos capitales son
producto de la los “nuevos ricos” que provienen de la corrupción, del
narcotráfico y por supuesto algunos otros capitales que si son de inversores de
otros países. Es preocupante este nuevo escenario en el sentido que un gobierno
totalitario fácilmente genera una crisis de inestabilidad económica y política
así como una inestabilidad en la zona de seguridad y defensa, fue noticia
recientemente el nuevo avituallamiento de tanques y otro tipo de pertrechos que
proveerá el gobierno ruso, lo cual es contrario al acuerdo de seguridad
democrática que regula el balance razonable de fuerzas en la región.
Los acercamientos de Daniel Ortega a
otros gobiernos con los que comparte intereses extracontinentales, países que
como Irán, China popular, Rusia, Cubas, Venezuela y algunos otros gobiernos
llamados socios del socialismo del siglo XXI de Sudamérica, así como, con
grupos paramilitares de extrema izquierda como las FARC y grupos terroristas
del medio oriente. Estas asociaciones
poco consecuentes con nuestro continente y particularmente con nuestra región,
generan una gran nebulosa en lo que pueden ser sus futuras políticas económicas
a un mediano plazo y que puedan dar un final infeliz a todos los inversores que
de buena voluntad han trasladado sin garantías económicas, grandes inversiones
en la agroindustria, la industria metalúrgica y turística a la hermana
República de Nicaragua.
Es importante mencionar también que hace
una década Centro América, Panamá y República Dominicana se adentraban
vigorosamente en las negociaciones finales para la concretización de una zona
de integración económica y política. Mirábamos con mucho entusiasmo los
centroamericanos un proceso de integración fronterizo, de integración aduanero,
de libre tránsito de las personas y de libre tránsito de fuerza laboral. En
singular avance se adelantaban convenios de seguridad y defensa,
particularmente la Conferencia de Fuerzas Armadas Centroamericanas, CFAC, en
las cuales ya se han incorporado los países de la región y alrededor de diez
observadores. Estos avances como corolarios de años de cooperación y asistencia
a nuestra región.
Hoy día con tremenda decepción reparamos que
el escenario geopolítico regional cambió drásticamente, en un proceso de
fragmentación. Se configuro un nuevo
plan de ayuda a la seguridad y a la prosperidad conocido como el “Triángulo
Norte”, conformado por Guatemala,
Honduras y El Salvador aislando de ésta iniciativa el resto de países que
conforman el Sistema de Integración Centroamericano, SICA, base fundamental de la estrategia de
crecimiento y prosperidad de nuestra región. Convencidos de que unidos los
integrantes de SICA nos va a ir mejor ya que seremos una economía más grande y
pujante, así como que tenemos mucho en común tanto en lo cultural, en lo
económico como en lo político, todo esto producto de nuestro devenir histórico.
En el término de una década nuestra
geopolítica Centro Americana ha cambiado así como lo explicaba en el párrafo
anterior de ser un proceso de integración con los países Centroamericanos, Panamá
y República Dominicana hoy vemos un nuevo escenario totalmente divididos, este
escenario de hoy se nos presenta por las discrepancias políticas, por la falta de
voluntad en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados. Posturas que fueron
avaladas desde los acuerdos de Esquipulas para la pacificación de la región,
así como para impulsar la integración económica, social y política de nuestra
Mesoamérica.
Ortega y Murillo han sido participes de
esta segregación regional y le dan el “tiro de gracia” con este fraudes electoral. El socialismo del siglo XXI está hoy más que
nunca en un cuestionamiento histórico desde el cimiento de su ideología
política, la práctica de sus conceptos económicos y por sobre todo del fracaso
en la prosperidad social que ha generado en Venezuela, en Brasil, en Argentina
y en otros países obviamente incluidos Nicaragua y Cuba.
Este fracaso del Estado totalitario que
pretende ser el administrador de todo, el comprador de todo y el productor de
todo, la única consecuencia que ha generado es pobreza, hambre y desilusión en
toda su población y por supuesto en todo el Continente Americano.
Podemos concluir en algunas reflexiones del
análisis geopolítico: en primer término es que estos procesos electorales envían
una señal muy clara de un agotamiento en torno a los políticos tradicionales y
aquellos líderes políticos que en forma populista han llenado de ofertas
incumplibles a la población. Podemos interpretar con esto que el hacer lo
políticamente correcto está llegando a su fin, las poblaciones están cansadas de
oír mentiras y lo que requieren es un liderazgo serio, creíble y ante todo
comprometido con las estrategias propuestas para alcanzar los objetivos
deseados.
El liderazgo se proyecta al plano de
estadista, las sociedades quieren identificar lideres capaces, desafiantes y
ante todo con una clara visión de lo que pretenden desarrollar. Su enfoque
estratégico a temas de importancia social y estatal. Así también líderes que
inspiren disciplina, orden y certeza.
Otro elemento a considerar seriamente es
que debemos de ser los ciudadanos vigilantes y mantener los canales abiertos de
nuestras propuestas para lograr la fiscalización en forma seria firme y
contundente. Estos procesos electorales no debemos de permitirlos, el que un
dictador amenace u obstaculice un proceso electoral, mediante acciones engañosas
y amañándolas para sus fines personales, particularmente el proceso que
recientemente se vivió en Nicaragua en donde contra toda la legislación
electoral el presidente Ortega decide que su esposa Rosario Murillo sea
seleccionada y aceptada por el consejo electoral en forma fraudulentamente como
su vicepresidenta y con un claro desprecio por su pueblo planifica y desarrolla
un evento electoral sin observadores y con la clara intención de generar un
fraude que lo favoreciera para un tercer período presidencial.
Las campañas políticas como estrategias
de mercadeo, promueven al candidato desde el ángulo que sus potenciales
electores lo quieren observar. Diseñan estos estrategas de la mercadotecnia
política, sus enunciados en función al blanco auditórium que pretenden
conquistas. Estas estrategias persiguen
el fin de ganar votos, lo que se conoce como la oferta electoral. Sin embargo
su contenido no siempre es el más apropiado ni veraz, esto es parte del
desgaste que sufren los votantes, ante las mentiras, exageraciones o falsedades
que se publicitan. Otro elemento a considerar es lo que se conoce como campañas
negras, diseñadas por los estrategas para demeritar al contrincante, el engaño,
la desinformación y los perjurios son clásicos de este tipo de actividad.
Derivado de esto hay que ver con
objetividad y con visión geopolítica continental los contenidos de las diferentes
campañas y escudriñar sobre las propuestas, esto es recomendable hacerlo bajo
los criterios de personal con experiencia, centros de pensamiento y fuentes
confiables. No todo lo que se dice en campaña se puede o se hará. Pero lo que
si debemos de considerar es que las posturas en la contienda estadounidense son
diferentes y persiguen objetivos diferentes.
Hay que visualizar cambios en la economía
mundial y en los temas del escenario de seguridad internacional. Nuestra visión
debe enfocarse en nuestro devenir continental y en fomentar la seguridad y la
prosperidad. No hay que ver el cambio con temor sino como una gran oportunidad
de crecimiento económico y de prosperidad.
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