Lo que la firma de la paz no, nos ha dejado:
La historia patria será la mejor referencia para que engullidos de patriotismo analicemos y en un juicio personal otorguemos la verdad a quien se la merece.
El fracaso de la guerra popular y la lucha de clases, pretendiendo implantar una dictadura del proletariado, no logro hacer con las armas, hoy, en forma subyacente, mal intencionado y corrupto, lo siguen persiguiendo.
Nuestra buena fe, ha sido mancillada, ha sido defenestrada, el honor y respeto están siendo subyugados,
La victoria del pueblo guatemalteco, por su libertad y por fortalecer la democracia, está siendo nuevamente agredida, por los de siempre, los vividores del hambre, de la tierra, de la pobreza, de la irreflexión, y por sobre todo de los enemigos de la libertad individual.
Vemos con profunda indignación, las irresolutas acciones en contra de los defensores del orden, de la justicia y de la libertad, una vez más agredidos por los oportunistas, demagogos y populistas, engendros de la miseria y la discordia familiar.
Con abnegación, vemos el honor y el deber, mancillados, la patria libertad, amenazada, por la conjura y el oportunismo.
Nuestro amor a la familia, nuestro terruño y la patria, nuevamente amenazados, por los oscuros intereses totalitarios y dialécticos.
La dialéctica de la lucha de clases, nuevamente precediendo, y las premisas del desasosiego y el infortunio, como estandartes de la conflictividad.
Cuando lo que se debe enarbolar es la oportunidad, la creatividad y sobre todo la libertad.
La madurez social se pone a prueba, con los antaño destellos de populismo y dividas presupuestarias, versus, la oportunidad, el esfuerzo y la constancia.
Ya basta de ser una sociedad inmadura, adolescente, que necesita el visto bueno y acompañamiento foráneo, hoy es el momento de tomar las acciones.
YA NO DEBEMOS DE PENSAR EN NUESTROS DERECHOS, POR EL CONTRARIO, DEBEMOS ASUMIR NUESTRAS OBLIGACIONES CIUDADANAS, MORALES, PATERNALES, DE GENERO, PARA HACER DE NUESTRO PAÍS, LA TIERRA DE LAS OPORTUNIDADES.
La historia patria será la mejor referencia para que engullidos de patriotismo analicemos y en un juicio personal otorguemos la verdad a quien se la merece.
El fracaso de la guerra popular y la lucha de clases, pretendiendo implantar una dictadura del proletariado, no logro hacer con las armas, hoy, en forma subyacente, mal intencionado y corrupto, lo siguen persiguiendo.
Nuestra buena fe, ha sido mancillada, ha sido defenestrada, el honor y respeto están siendo subyugados,
La victoria del pueblo guatemalteco, por su libertad y por fortalecer la democracia, está siendo nuevamente agredida, por los de siempre, los vividores del hambre, de la tierra, de la pobreza, de la irreflexión, y por sobre todo de los enemigos de la libertad individual.
Vemos con profunda indignación, las irresolutas acciones en contra de los defensores del orden, de la justicia y de la libertad, una vez más agredidos por los oportunistas, demagogos y populistas, engendros de la miseria y la discordia familiar.
Con abnegación, vemos el honor y el deber, mancillados, la patria libertad, amenazada, por la conjura y el oportunismo.
Nuestro amor a la familia, nuestro terruño y la patria, nuevamente amenazados, por los oscuros intereses totalitarios y dialécticos.
La dialéctica de la lucha de clases, nuevamente precediendo, y las premisas del desasosiego y el infortunio, como estandartes de la conflictividad.
Cuando lo que se debe enarbolar es la oportunidad, la creatividad y sobre todo la libertad.
La madurez social se pone a prueba, con los antaño destellos de populismo y dividas presupuestarias, versus, la oportunidad, el esfuerzo y la constancia.
Ya basta de ser una sociedad inmadura, adolescente, que necesita el visto bueno y acompañamiento foráneo, hoy es el momento de tomar las acciones.
YA NO DEBEMOS DE PENSAR EN NUESTROS DERECHOS, POR EL CONTRARIO, DEBEMOS ASUMIR NUESTRAS OBLIGACIONES CIUDADANAS, MORALES, PATERNALES, DE GENERO, PARA HACER DE NUESTRO PAÍS, LA TIERRA DE LAS OPORTUNIDADES.
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