Nuestra Patria y nuestra Juventud
Del escritorio del
General de División Francisco Bermúdez Amado
Nuestra
patria y nuestra Juventud
Cuando ingrese a la Politécnica
en el año 1970 (en mi haber 15 años),
nuestro grito de guerra era “CENTROAMERICA”, en las formaciones y en
todas nuestras actividades hacíamos referencia a la patria grande, las figuras
del Sargento Primero de Cadetes Adolfo V. Hall y del General de División Don Justo
Rufino Barrios, eran los emblemas últimos de la intención geoestratégica de
unir el istmo centroamericano (siglo XIX) y retomar el valor geográfico que
representa el ser la conexión entre los hemisferios norte y sur de nuestro
continente americano. Era este espíritu de unión, vigente, en nuestras mentes y
corazones lo que compartíamos con nuestros hermanos centroamericanos, éramos
los guatemaltecos los impulsores de tan ansiada configuración política. Consecuentemente en las academias militares de
la región se vivían tiempos de integración, tiempos de unión y se recordaba con
ahínco las vidas de los ilustres militares que habían dado paso a la
configuración política después de 1923, entre otros, Los Generales, Francisco Morazán,
Gerardo Barrios, José Víctor Zavala que impulsaron y forjaron los primeros años
de unionismo y en consonancia se enfrentaron a William Walker el filibustero,
que pretendía desde Nicaragua conformar un estado anexo a la Unión de Norte
América. Motivados por la construcción de un canal que interconectara los dos
océanos que bañan las costas de nuestro istmo.
Desde esos tiempos la importancia
de nuestra posición y su conexión directa con el mar Caribe y el archipiélago
de las Antillas de gran valor geoestratégico, especialmente en lo referente a
lo económico, turístico y sobre todo de área de bifurcación hacia todo el
continente, nos hacía atractivos como rutas de comercio a nivel global. Es en
consecuencia una región de valor estratégico singular, la historia está escrita
con sangre de muchos patriotas que defendieron su independencia y la
integración, y con férreo patriotismo se
enfrentaron en dicha centuria a las potencias, tanto del norte como a las
europeas, con tal designio que muchas de estas aún conservan posesiones de
ultramar en nuestro caribe americano. Guerrearon soldados, de orígenes
criollos, mestizos y nativos los que engrosaron los diferentes ejércitos para
alcanzar los fines de independencia e integración para luego continuar con la
tarea de forjar y construir nuevos Estados, proceso que aún se continua, imbuidos
en la búsqueda de modelos de orden político, jurídico y de integración cultural,
con el objetivo de llevar prosperidad y tranquilidad a nuestras sociedades.
La construcción política no ha
cesado, generando procesos de formular instituciones republicanas
fundamentalmente, los principios de la ilustración y de la industrialización, que
se enarbolan con la tolerancia, el republicanismo, la justicia igualitaria, la
certeza de la propiedad privada, el crecimiento de la democracia, y muy
especialmente la constitución de la libertad y la igualdad, fueron trasladados
y encontraron tierra fértil en América, lugar donde los modelos fueron
implantándose paulatinamente. ¡La república! es el modelo en construcción, fundamentado en
la separación de poderes, delineando con ello una mayor representación. Creyendo
en el presidencialismo (ejecutivo) como el eje de liderazgo político, a quien
le confiamos la conducción del país, son estos los fundamentos ideológicos y
filosóficos de la ¡construcción estatal! forjados durante los dos siglos (2021)
de vida independiente que se llevan en el istmo; deviene intrínsecamente de ésta fórmula,
¡construir la república!
En Guatemala las décadas del 60,
70 y 80 por fijar una temporalidad específica, representaron un periodo de gran
crecimiento económico y de generación de infraestructura de desarrollo
económico, concentrando esfuerzos tanto en las áreas de escolaridad, en donde
fueron construidos sinnúmero de edificios que le han dado sustento educativo a
muchas generaciones, en igual caso, la construcción de la red departamental
hospitalaria que le ha dado cobertura y asistencia médica oportuna a la sociedad.
Así también la construcción de viviendas para los sectores obreros y
profesionales fue de gran importancia para el fortalecimiento de la clase media
del país. Significaron estas décadas de crecimiento económico, cuando nuestro
país se consolida como el líder del mercado común centroamericano y alcanzo
tazas de crecimiento sin precedentes, llegando a constituirse nuestra economía
como la más grande y eficiente en la región, condición que aún se tienen, y que
debemos apuntalar y favorecer su crecimiento.
Hubo décadas de gobierno que
impulsaron la operación honestidad, la construcción de hidroeléctricas que
fortalecen y dinamizan la economía, décadas de creación de caminos y rutas de
asfalto que han facilitado el comercio y el turismo interno. Décadas de
fortalecimiento del transporte ferroviario, de construcción de puertos
marítimos tanto en el atlántico como en el pacifico para viabilizar los
procesos de importación y exportación, así como la construcción de aeropuertos
tanto en la capital (Terminal aérea, la más moderna y funcional de la región)
como en el interior del país (terminal aérea de Él Peten, entre otros
aeropuertos) todo esto para darle una mayor facilidad de comunicación; se dio
paso a la fundación de la flota mercante centroamericana FLOMERCA, que proveía
transporte marítimo a los productos nacionales; la construcción de la mayor red
de silos (INDECA) para el almacenamiento de granos básicos y la facilidad de un
servicio de redistribución para los productores, garantizando con ello la
obtención de los mejores precios para sus productos. La creación del FYDEP,
institución diseñada para el desarrollo agroindustrial del territorio de Él
Peten, proveyendo tierras a miles de ciudadanos para impulsar el crecimiento
económico de este vasto territorio patrio, llevando con ello la construcción de
la carretera, la cual lo integro al desarrollo nacional. Tres décadas de aportes fundamentales y
estratégicos al crecimiento de la clase media nacional y al fortalecimiento de
los sectores agrícolas, ganaderos y manufactureros, beneficiando a la población
en general, estrategia que fue continua durante estos treinta años de
prosperidad nacional.
Tres décadas de fortalecimiento
en la gestión administrativa del estado, la dignificación del empleado público,
del funcionario y de los dignatarios de la nación, décadas de eficiencia y
eficacia en la gestión de los haberes de la nación, de cumplimiento de las
obligaciones contractuales por ambas partes, estado y empresarios; importante recordar este periodo de cohesión
en la actividad política, de visualización real de estructuras partidistas con
claros principios y visión nacional, tres décadas de florecimiento cultural
(Teatro Nacional), de espíritu cívico (creación de los símbolos patrios) y de
identificación nacionalista (liderazgo regional). Décadas de reconstrucción
nacional, de entrega y por sobre todo de liderazgos sólidos, visionarios,
disciplinados y comprometidos con Guatemala.
Luego de este proceso de
fortalecimiento económico, productivo y de reconocimiento del liderazgo
político guatemalteco en la región, es nuestro deber comunicarle a nuestra
juventud que como nación hemos tenido mejores tiempos, que hemos sabido dirigir
la nación y que hemos construido una mejor vida para todos los ciudadanos, es
necesario que revisemos nuestra historia, y que ustedes jóvenes baluarte de
nuestra nacionalidad comprendan que podemos ser mejores, no lo mediocre que han
sido estas últimas tres décadas.
La reflexión se orienta a que
nuestra historia no se ha escrito únicamente, del 85 con la promulgación de una
nueva Constitución para estos días, del serranazo en el 93, del 96 con la firma
de la paz, del 2015 con la defenestración presidencial y mucho menos de la
pírrica victoria política de los últimos tiempos. Nuestra historia es de
liderazgo regional, de vanguardia política y económica, de creación de nuevas
alternativas económicas, y por sobre todo del empoderamiento de un capital
humano y social sin comparación en la región. Esto y mucho más hemos sido y
podemos seguir siendo.
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