Los Motivos del Lobo, Rubén Darío
Del Escritorio del General de División Francisco Bermúdez
Amado
Los motivos del lobo.
Trae a mis recuerdos los versos de Rubén Darío en su famoso poema” Los
Motivos del Lobo” el cual fulgurantemente recitaba un mi antiguo en la Escuela
Politécnica, y de cuyos versos retomo una inspiración: “Hermanos y hermanos
hacían la guerra/ perdían los débiles, ganaban los malos, / hembra y macho eran
como perro y perra/ y un buen día todos me dieron de palos. / Me vieron
humilde, lamían las manos”
Al igual que el insigne prócer y dramaturgo nicaragüense vemos hoy día,
como nos increpamos por diferentes motivos (del Lobo), la lucha de clases, las
luchas étnicas y la pretensión de formalizar grupos étnicos al mejor antojo, el
pretender increpar las diferentes culturas, religiones, pretendiendo unas
mejores que otras, el estigmatizar los idiomas nativos versus los nuevos o consulta
vehementemente los mayor expresados, la lingüística no como ciencia sino como
un mecanismo de conflicto. Son realmente
los “motivos del lobo” y no de él sino los que él visualiza en la sociedad y
determina que son los males que acechan y por los cuales el, el lobo es perseguido.
No hay justificación en torno a sus despiadados motivos seculares o no, la
población inconsciente se ensaña en contra del lobo y lo que pretenden es
justificar sus actuaciones y determinaciones.
Estos son los reales motivos del lobo, los que pretenden subyugar a la
sociedad y sus libertades; y buscan afanosos una justificación retórica, lingüística,
cultural o religiosa para encausar sus perversos intereses, es el lobo el causante
o es una sociedad que no identifica sus males y corrige sus errores. Francisco,
en su sabiduría identifica que el lobo no es el causante, es la discordia
infundada y la envidia enraizada la que provoca el desacierto social, son los
hombres y mujeres quienes inducen el odio y la violencia.
Empeñándose en criterios poco realistas como, la falta de oportunidades, la
desigualdad social y tantos otros epígrafes que se argumentan para tratar de
definir nuestra sociedad centroamericana. Acuñando nuevos vocablos y
definiciones culturales y legales. Sin embargo, el fin es el mismo, “los
motivos del lobo” Francisco le recriminó: Como en sorda lucha, hablo el animal.
/ la boca espumosa y el ojo fatal: hermano Francisco, no te acerques muchos/….
Mas empecé a ver que en todas las casas/ estaban la envidia, la saña y la ira.
/…Hembra y macho eran como perra y perro/. y así, me apalearon y me echaron
fuera/ y me sentí lobo malo de repente.
La estrategia del desconcierto humano esta en plena emancipación, la
sociedad se esta transformando y no sabemos hacia dónde y por qué, sin embargo,
los preceptos son los mismo, “los del lobo y el hermano Francisco” Centroamérica
y Rubén Darío siguen unidos, por los versos y por su visión de integración y
unidad. Al Igual que “Francisco y el lobo” hombre y naturaleza. Es la lucha
entre hombre, mujer, terceros y más, cultura, genero, y ante todo clases
sociales. Estos son lo que genera la discrepancia, no, son los elementos de
trasgresión cultural los causantes de la distopía social, y se torna natural
romper las tradiciones, sin embargo, se modifican los preceptos culturales. El
hombre, como primigenia concepción se disgrega a una cultura hoy conocida como
de género, ya no de sexo, y avanzamos hacia una cultura de genero muy diverso y
de incongruencias sociales, pero de mayor aceptación evolutiva dentro del
conglomerado. Al igual que los avances tecnológicos, los cambios y evoluciones
sociales se están dando, al mejor escrutinio de la disrupción social de Francis
Fukuyama, en su texto de transformación social estadounidense.
Francisco increpa: - ¿la sangre que vierte tu hocico diabólico, el duelo y espanta
que esparces, el llanto de los campesinos, el grito, el dolor de tantas criaturas
de Nuestro Señor, no han de contener tu encono infernal? varón o mujer no tienen conflicto, lo están
creando, sin duda los elementos del “derecho” deben ser consientes en torno a
la igualdad y no a desigualdad ni legal ni social, total igualdad jurídica,
laboral y sobre todo cívica. La naturaleza intrínseca es verosímil y
contundente. Francisco y el lobo, dos naturalezas diferentes pero encuadradas
por medio de un poema en la sutil y delicada relación hombre, mujer y
naturaleza, hasta ahí, todo bien.
La sugestión empírica se avalancha a favor de una natural afinidad y
respeto entre ambos, lo que Francisco pretendía, somos iguales y pertenecemos
al reino de Dios. Hasta aquí una consideración de relevancia estructural,
hembra y varón únicos en la creación, y cómo esta relación de Francisco y el
lobo se inserta en la construcción de una sociedad, que involucra la
naturaleza, el medio ambiente y la sobrevivencia. Ahí, vamos.
La inclusión social es natural y se conoce como el “Sincretismo social” un
enunciado que nos conduce a la interrelación étnica y cultural, de integración
y concordancia, inclusión, y mas relevante es un conjuro de convivencia. Francisco
lo enuncia muy atinadamente, hombre, mujer y naturaleza, primordialmente la
fauna, en el caso específico, hoy ampliado a la flora.
De esta maraña de pensamiento poético y singular, podemos extraer algunas
conclusiones igualmente poéticas, filosóficas, teológicas, pero sobre todo
realistas y contemporáneas. Nuestra sociedad es realista, inclusiva y
experimental, al igual que la relación de Francisco y el lobo, basados en la
fe, o en el descubrimiento sociológico de la interrelación del hombre con la
naturaleza, que le vinculan directamente, con los humanos. Hoy determinamos más
afiliación en muchos caos con las mascotas que con los humanos, será que
buscamos los orígenes naturales. O Mejor aún, la relación es mas fácil, por
supuesto. La relación humana se está convirtiendo en el fragor de la
discrepancia y la discordia.
Francisco, se retira y enuncia su ostracismo, no hay consuelo en la
relación. En nuestro caso la relación social, se convierte en un supuesto “arte
político” que regula o regularía, esta relación simbiótica. La cual no
alcanzamos a identificar, la primera vorágine es la corrupción, la gente quiere
enriquecerse y sobrepasar generaciones, la segunda es el poder, innato, e intrincado
de las relaciones sociales, este, es más llamativo, pero más exclusivo, los bagres,
quieren riqueza, los inteligentes aspiran al poder, al poder permanente. Aquí se
deslumbra la voracidad de la bestia, “el lobo” tras la presa y él cual se
siente despreciado y amenazado por todos los pobladores, surge la lucha social,
amenazados y los apaleados, aunque su estigma mayor es su incapacidad de involucrarse
en este poblado. Sátrapas que los aconsejan y los inducen al ostracismo, del
cual huiría Francisco, y el mismo lobo.
Me adentro a buscar un sortilegio en el poema del ilustre Rubén Darío, y
pretender darle una forma social, política y gubernamental, su poema es sin
duda un pronostico de la indiferencia y la insistencia entre Francisco y el
lobo feroz, que tarde o temprano, despertaría y devoraría nuestra región.
Hoy día el lobo esta al acecho y su furia es incontenible, su imagen genera
socialmente una discusión feroz y brutal, en todas nuestras sociedades, es la brutalidad
del incontenible lobo o es la paciencia y doctrina de Francisco la que debe prevalecer.
Las sociedades que conoció Rubén Darío siguen siendo como fueron o han
evolucionado, me parece que hemos regresado, no somos la Primera Capital de Centroamérica,
su tierra natal, ni mucho menos lo que él soñaba. Somos lo que somos, una lucha
entre Francisco y el lobo.
Liderazgo y
Disciplina
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