La farsa de Contadora.

 

El engaño democrático

 Lideres democráticos, auténticos.

En   1985 nos embarcamos en una aventura de “prospectiva democrática” con entusiasmo y muchos discursos, el pueblo y los políticos de aquel entonces, se enfrascaron en el tema de una nueva democracia, un orden legal y democrático, que iniciaría con una constitución política, en teoría mejorada y acondicionada a las nuevas exigencias del proceso político que se vivía. Con tremenda vivencias y oportunismo se lanzaron, según su visión política socialista, para la toma del poder, la constitución era un instrumento, no les interesaba, era la toma del poder político, financiero y su independencia como sector del espacio de poder. Las puertas se aperturaron para la oportunidad y la lucha de poder, incautos otros sectores se consideraron en el momento de las busque igualdad y unas mayores hegemonías en el control estatal.

Inspirados en los esfuerzos del Grupo de Contadora liderado por México, Colombia, Venezuela y Panamá para poner fin a los conflictos en la región; los Acuerdos de Paz en Centroamérica, Esquipulas I (1986) y II (1987) se constituyeron en hitos históricos que cambiaron para siempre la dinámica y el rostro de la región.

 

Los farsantes de la democracia y la paz. Vendieron a sus ciudadanos por supuestamente rescatar al pueblo.  Estos reemplazaron a “dictadores” que le daban bienestar y prosperidad a sus naciones, esto vendieron glorias y dieron amarguras. Y sobre todo el devenir de los paises que se ofrecieron al pacto de Contadora, sin futuro ni prosperidad.

Los mismos de hoy día, dominando los espacios de poder, lograron riqueza para preservarse. No hubo tal inspiración, ni Contadora fue la panacea que se esperabas, se traicionaron entre ellos y le dieron el premio de la paz al tico, que no estaba sustentado, Vinicio se quedo con los “colochos hechos” que era el impulsor. “Nadie sabe para quién trabaja”. Hubo pompos y platillos, pero sustentación, ningunas, caímos en las manos del desacierto, el comunismo disfrazado y la voracidad capitalista desenfrenada y populista. Todos los frentes fregados, corruptos y luego impulsaron la caída de la justicia, la convirtieron en un mercado y sigue siendo un mercado, por supuesto invitando a mas actores a la fiesta, la universidad, los colegios, asociaciones y muchas organizaciones más. Dominando la escenografía y así, despertó el animal, iniciaron a juzgar a sus patrones y a sus compinches, sus proveedores y financiadores, pero aun, financiadores de títulos, maestrías, doctorados, especialidades, que se iban agregando a la larga lista de requisitos para optar a un cargo de magistratura. Veneno, sin duda, mediocres todos, y sin lugar a duda una complicidad grupal.  Pero la venganza inicio, y la justicia inicia a perseguir a sus patrocinadores y los patrocinadores a la justicia, una debacle entre todos. Sin embargo, fue agudizada por el involucramiento de mas instituciones, contraloría de cuentas, intendencia de tributación y otras tantas. Los tribunales de justicias y de elecciones fueron cooptados por la misma mafia y sus beneficiarios, logrando acumular grandes cifras de dinero, quizás no todos, pero la gran mayoría.

Hoy vivimos ese desafuero interinstitucional, “todos contra todos” quien apuesta más y tranquiliza “al monstruo” que ha surgido y como se doblegan las protestas ante un nuevo proceso de elecciones, con los mismo y las mismas condiciones.

Una ley electoral, “estúpida” inocua y creada por adefesios que solo inspira desaciertos e inconformidades, favoritismo temporario y de procedimiento.  Nos enfrenta ante una debacle nuevamente. Una ley y un tribunal y sus compinches inauditos y soberbios, antisistema y anti todo. De hecho, el proceso está viciado desde su origen, legal, constitutivo y ejecutivo, malograron el sistema y lo acuñaron para su beneficio. Es insostenible, imperdonable e inaceptable. Hay que derogarlo. Si bien en cierto hay que botarlos, con todo, meterlos presos y restaurar un sistema mejor y con representación.

En iguales circunstancias están los procesos de elección de magistrados, procuradores y fiscal general, con leyes adefesios y poco reales, cuestionables y que involucran a todos los grupos corruptos del país. Es inaudito que toleremos esos procesos. Hay que detenerlos, pero no como detuvieron la elección de la corte suprema de justicia(minúsculas), un bochorno nacional, inescrupulosos que siguen ejerciendo su cargo cuando ya, venció su periodo, ladrones y usurpadores. Y todos quieren seguir igual, defraudando su profesión su ética, moral y dignidad. Un alto es necesario. Una hasta aquí. Un resurgir nacional, antes del abismo.

El entusiasmo de 1985 se ha perdido, una Nicaragua comunista y dictatorial, nefasta y sobre todo vulgar en su ejercicio de transparencia y gestión, una Honduras donde se aprisiona a un presidente narcotraficante y se elige a una presidenta corrupta de familia con su marido que ya intento el ofuscamiento del poder y su permanencia poco legitima, usurpando el poder, aunado a un Coingboy balbuceado y manipulador. Y Guatemala tomada por una políticas corrupta y demagógica, que la destruye cada día.

Nuestro devenir es la construcción de países con democracia, economías en crecimiento y una buena distribución de la riqueza de nuestros recursos, o estamos condenando a nuestra juventud al ostracismo y la dependencia, colas, raciones, cuotas y fracciones, en la proyección de Chile, Perú y ya los condenados de Venezuela, Bolivia, Argentina y podemos seguir, hay un frente de defensa, esperamos su éxito y definición. Que lastima, podemos ser algo mucho mejor y con oportunidades a para la población. No hay que generar la desigualdad sino, la integración y el apoyo. Hay cambios que hacer, sin duda.  

Urge tomar el liderazgo centroamericano y unificarnos para un crecimiento integrado y compartido, esto solo lo puede hacer Guatemala, con un líder comprometido y firme, en el ejercicio y de la integración regional.

Centroamérica esta en una encrucijada peor que Ucrania, ellos se defienden de la agresión extranjera, nosotros la agresión es interna y el desacierto político, hay que terminar con esto.

Hay que establecer el orden y control. Con liderazgo y disciplina.