Virus, Agua y desatinos políticos

 


Del Escritorio: del General de División y Licenciado

Francisco Bermúdez Amado

 

Virus, Agua y desatinos políticos. Distopía del 2020.

Tomas Moro (Santo) cuando escribió su obra “Utopía”(1516), en la cual describe una isla en la que voluntariamente las personas pueden acoplarse al modelo planteado, no considero que cuatro centurias después George Orwell escribiría una de sus celebres obras “1984”, en el que plantea la sociedad “distópica”, producto de la Utopía, describiendo una sociedad dominada y dirigida por lo que él denomina el “Big Brother” quien establece las regulaciones, o leyes, que rigen al conglomerado, que producen y como lo distribuyen. Gestando en el concepto el llamado “Ministerio del Pensamiento” mediante el cual controla a la sociedad y gobierna; dirige y cambia la historia falazmente, induciendo a enseñar en la educación pública en general los criterios que apuntalan su doctrina comunista y totalitaria. En igual forma se genera un sistema de “pantallas” mediante las cuales controlan la intimidad de los hogares y son perseguidos todos aquellos que se oponen al sistema, considerados, fascistas, oligarcas, explotadores y de mil formas más. 

El pueblo se acostumbra ha realizar “colas” para recibir sus cuotas de papel higiénico, comida, cigarrillos e incluso licor. La costumbre hace la norma, es el principio esgrimido por los utopistas, sin embargo, el pueblo no percibe, por lo menos en su mayoría, que lo que están perdiendo es su “libertad” y su opción de “prosperidad” es un retorno a la edad media de sometimiento y producción agrícola familiar, ya de por sí, obsoletos. Las limitaciones a los nuevos pensamientos, desarrollo tecnológico y construcción humanistas se ven truncadas y asignadas a un solo grupo quien decide que se hace y que no, se hace. La dirección del único partido, Comunista, los casos son muchos del fracaso comunista, Rusia o identificada como la URSS, China, Cuba, Corea del Norte, estados africanos, y mas recientemente, los totalitarismos masivos de Venezuela, Nicaragua, y con el involucramiento teológico los países musulmanes, tales como Irán, Irak, Afganistán, incluso un nuevo esquema teocrático en Turquía. En proyección vemos a Argentina, Bolivia, Perú, y extracontinentales, a Libia, Marruecos, Egipto, Tunes y la deflagración de Yemen. Las rebeliones en contra de este totalitarismo anti-libertad se dejan notar, en países de la ex URSS, Siria, los territorios Kurdos, la agonía libanesa y tantos otros ejemplos del dominio y ostracismo del imperialismo del pueblo, tiranías populares. Tiranías populares, iguales o peores a otros modelos de gobierno autoritarios que registra la historia.

El párrafo anterior es producto de conceptos plasmados en libros y de la evolución de las teorías teocráticas, absolutistas y demagógicas, no solo los dos que se mencionan hay muchos más. Y es tan serio el fanatismo “utópico” que hay países que hacen esfuerzo por fortalecer los criterios y demostrar su verdad, pese al costo de pobreza que le agregan a sus poblaciones, de sumo se hacen llamar “democracias populares” la mayor de las “falacias ad popolurum”.  Con serios fracasos de pobreza y miseria.

La pobreza no es producto de una condicionante humana, ni de leyes, mucho menos de conceptos ideológicos, (quitémosle al que tiene), la pobreza es un factor de cambio que impulsa y ha impulsado al ser humano a crear nuevas y mejores condiciones de vida. Buscar un causante de nuestra desdicha es lo mas fácil, pero encontrar el camino de la prosperidad es un esfuerzo no solo de ilustrados, es un esfuerzo personal y sobre todo de creatividad, porque en igual forma mejora su condición de vida el que hace “shucos” (hot dog) y crece en el numero de carretillas y con ello satisface las necesidades de su familia, al igual que el vendedor de frutas, verduras, pollo, ropa, zapatos y todos aquellos productos de consumo masivo. Los pequeños productores, comerciantes son los que deciden que hacer con sus oportunidades, esta libertad empresarial no la tendrán bajo un sistema “totalitario” hoy mas conocido como clientelistas, en el cual ofrecen los políticos un sin numero de dadivas y regalos por la compra de un voto.

Ofrecer no empobrece, es un dicho de mi abuelo. Ante todo, cuando lo que se ofrece no es de la propiedad del oferente, lo que se debe considerar es que todo tiene un costo y alguien tiene que pagarlo.

Entre la “Utopía” y la “Distopía” existe una diferencia conceptual, todos buscan darle de comer al pueblo, bienestar. Pero lo importante es darle al “ciudadano” las oportunidades para su crecimiento y su libertad de elegir, ninguna de las dos le facilita esa gran verdad y ese gran sentimiento de vivir su vida y escoger sus propias decisiones. “Libertad” y el control de su vida, en la cual él decide hacia donde dirige su esfuerzo y creatividad.

En esta encrucijada nos encontramos en Latinoamérica y gran parte del orbe, sumidos en el desasosiego del crecimiento demográfico, la competencia internacional por nuestros productos, convertidas en una pelea sin cuartel por el poder político, la cual se evidencia con más ahincó en las elecciones de Estados Unidos, distinguiendo varias clases, los cómodos que prefieren fortalecer un estado benefactor sin precedentes (aduciendo marginación, discriminación y racismo, hoy más amplia la segmentación) y  los que en muchas latitudes del mundo, nos debatimos entre los ofrecimientos de granjerías y dadivas y la potestad de tomar nuestro propio destino.

Las decisiones ciudadanas, en términos electorales son cruciales para determinar el futuro, unos blandos van por lo gratis, otros en búsqueda de oportunidades van por la migración, y otros van por la permanencia y la búsqueda de oportunidades en su terruño o fuera de él. Estos elementos son sin duda factores de cambio. No es la primera vez. El ser humano ha sido un gestor de prosperidad, no de aceptación. El mundo ha evolucionado grandemente y ha prosperado significativamente.

Lo dramático de estos rumbos, han sido los que se apoderaron del poder político, económico y contributario del país, y peor aun del poder legislativo y judicial. Este esquema derrumba o somete al Estado, como tal. Siendo tan perversos que no distinguen su caída. Y no lo digo por los antecedentes, y algunos que se sienten héroes de la lucha, siendo parte intrínseca del proceso. La distopía se manifiesta en estas falsas autoridades, legislativas y judiciales, las que en nuestro sistema “ya colapsaron” son un fraude en total arbitrariedad con la ley constitutiva, sujetos de ser defenestrados el cuestionamiento se tornó, quien quita a quien. Los Conceptos republicanos, llegaron a su fin legislativo practico. Debe Existir alguien que coordina y dirige esta trinca, que se volvió infernal.

Similar situación se vislumbra nebulosamente en Estados Unidos, en donde se percibe por grupos de ciudadanos un fraude electoral, caso singular en la democracia fundacional, y de cuyos resultados dependen muchos de los senderos de libertad, prosperidad y respeto ciudadano en el mundo. La concepción de Naciones Unidas, en cuanto a su creación como un foro de discusión y de mantenimiento de la paz, se ha alejado de sus fines iniciales, involucrándose en las políticas internas de sus miembros, mandato que nunca se acordó, en forma directa, solo en casos muy específicos y por aquellos estados que lo aceptaran. Una organización que en su justa dimensión resulto, disfuncional, no ha logrado mantener la paz, maneja infinidad de operaciones con miles de soldados (100,000) y policías en el mundo y a la cual hay que pedirle cuentas y acciones (96 millones de dólares americano), consumiendo un alto presupuesto de la institución, entre acciones que son poco efectivas.  La consecuencia de sus acciones los ha llevado a administras una operación de refugiados de mas de 60 millones de personas, con dudosas gestiones, fines y resultados.

El escenario global lo recalco por el despertar de un nuevo liderazgo social, militar, académico y empresarial, el cual representa un futuro para nuestro país, y nuestro hemisferio, líderes con nueva muestra de actitud y esfuerzo, que son los que sostienen nuestra economía y liderazgo regional, que sin duda incluye al proceso de retornos de capital de varias procedencias, fundamentalmente remesas familiares, inversiones familiares y sobre todo inversiones locales.

Cambios fundamentales Constitucionales hay sin duda que hacer, lo que es procedente es que en lugar de ser utilizado el proceso como amenazante, sea utilizado como una “concordia” natural entre los guatemaltecos. Mientras el termino reforma sea usado amenazantemente y sin ser claro en sus propuestas, esto es un conflicto, que no será suave en su desenlace. Cuál es el concepto de reformas pluriculturales, creo que es el momento de que se expliquen estos objetivos y se puedan discutir abiertamente.

Es menester que los grupos sociales, estudiantiles, empresariales, cooperativistas, obreros y pequeñas y medianas empresas, así como los grandes y medianos empresarios se manifiesten en este   proceso, organizados legal e ilegalmente (reconocidos y en proceso de legalización), ante la ley, se definan mas claramente cuáles son su objetivo de reforma, y ser consientes de lo posible e imposible, ante las variables legales necesarias.

El objetivo debe ser cultural, la integración o centrifugación cultural, no la conflagración cultural. Estos parámetros llevan al conflicto y conflicto hay y seguirá, si no se corrigen los desacuerdos.

Apostarle a la disfuncionalidad cultural es erróneo, la centrifugación no es el camino. El camino es la concordia y la prosperidad.

La ruptura se esta preparando, el orden constitucional esta totalmente violado, los supuestos estabilizadores pueden ser rotos en cualquier momento. La respuesta de los grupos sociales es irresponsable y carente de objetivos reales (manipulación y acarreo). Es la rebelión el camino, o es la concordia y el apego a las leyes. Si bien hay que cambiar leyes, la agenda debe constituirse en ese camino.  No la irrupción y defenestración del poder democráticamente electo, aunque para muchos no fueron sanas las últimas elecciones.

El camino es la construcción de una democracia sustentable y efectiva, pero no lo confundamos con la administración pública, el objetivo ciudadano es elegir mejor, solo los electores y un sistema real, y claro seleccionan un buen líder.

El ciudadano es el elector solo ellos con su voto eligen soberanamente, no hay otro camino. Si no es real la elección el ciudadano esta facultado a relevar a su presidente, el presidente debe ganarse en las urnas y en su actuar el respeto y la tolerancia. Siempre es un rasgo de liderazgo nacional.

Con disciplina y liderazgo

Gobernaremos

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