La Inquisición y la Justicia Socialista. Parte ampliada.
La inquisición y la justicia socialista
“En efecto, la efectividad de los
votos depende de manera decisiva de lo que se juega en las urnas, como la
libertad de expresión, el acceso a la información y el derecho a disentir”[1]
La democracia se juega en los votos,
y estos votos, son circunstanciales, quienes votan y quienes no vota. Los que
votan son minorías usualmente y en casos extremos son mayorías relativas, pero
al final definen y eligen a las autoridades, democráticamente electivas. En el
ínterin eligen a la “justicia” o bien los mecanismos legales para tal efecto,
Ejecutivo y Legislativo. Elegir a los magistrados justicialistas en nuestro
sistema un acto indirecto. ¿Qué es votar? Emitir un sufragio a favor de elegir
un juez desconocido. Este, electo directamente (Ejecutivo y Legislativo) es a quien
le designamos la facultad de tomar decisiones, muchos son demócratas y otros
dictadores (dictadores hay a todo nivel desde Presidentes, Congresistas y
Alcaldes), pero sin duda son personajes que lo que persiguen es el usufructo
del poder.
Entendiendo que este proceso es
democrático, la democracia es así. ¡Y la justicia! Es el producto derivado de
esta elección. Considerando que las elecciones son el proceso de la selección
de personajes, sine qua non, cruda definición.
Si partimos que el Estado ha sido
concebido como un ente derivado de la acción individual, y cuya formación se
fundamenta en el servicio al individuo, no a la sociedad, como algo intrínsecamente
bueno y efectivo, que no colus con
la sociedad que se da en la esfera contractual. Los pueblos que mejor se
desarrollan y prosperan son aquello que se determinan, en la libertad y el
pensamiento crítico, son pueblos libres y desarrollan sus propias reglas de
justicia, previendo la menor intervención Estatal. “No puede haber libertad sin
responsabilidad” todos debemos ser responsables y libres, para actuar en
sociedad, la coacción es destructora de los fundamentos democráticos.
ióna
La historia nos enseña que los
pueblos libres son mas prósperos, y su experiencia es guía, de lo que debemos
hacer, no es cuestión de pobres y ricos, es un acertijo de “libres o sumisos”.
De este acertijo surgen los derechos del hombre, no del prefijo que somos
iguales, iguales es un sustantivo que no tiene origen, únicamente consecuencias.
Los que pretenden una igualdad, se encamina a una sociedad regulada por leyes
cuyo fin es hacernos iguales, y no contemplan que en eso definen una sociedad
sin objetivos y sin aspiraciones. Las aspiraciones y la iniciativa son los
vectores de la diferenciación social, no hay camino a seguir, hay vectores a
ser seguidos, y, eso, es individual.
Demócratas y liberales, es en
conjunto, elementos del mismo pastel, un liberal tiende a fortalecer la
institucionalización del Estado, ya que el imperio de la ley y sus
instituciones, son quienes garantizan su accionar, somos en términos generales
formuladores de la preeminencia de la ley, sin leyes claras y generales no hay
demócratas, apostolamos la legislación y su independencia, ya que sin ella, no
hay prosperidad, y lo que se persigue como objetivo principal es lo económico,
la prosperidad general.
El derecho natural se fundamenta
en principios de individualidad de la propiedad y no puede ni debe ser
subyugado por los atrevimientos conminatorios, ni mucho menos por decisiones de
las supuestas mayorías esclavizantes. El principio se fundamenta en que ningún
derecho propietario puede ser conminado por supuestos derechos mayoristas o
esclavistas. Estos derechos inalienables al individuo, son en el protocolo de
construcción Estatal y la garantía de la estabilidad y el crecimiento
económico, mediante la inversión y la generación de empleo y usufructo.
Disturbios Internos [2]
lo identifican como “planificación de la Gran Área”, es un movimiento cuyo post morten es definido según Chomsky como “ocupación” producto de una doctrina de
singular sinergia, “Occupy the Dream”
(ocupa el sueño). Es la estrategia popular, todo es un sueño desde sus
ancestros, promulgando términos como la desigualad, “el sueño de los derechos
civiles” ¿Por qué no os dais una ducha y conseguís un trabajo? Estimular las
desavenencias y las flagrancias sociales es el fin último de esta teoría
neosocialista.
Las elecciones son falaces,
después de ello, ya podemos mentir a la gente mejor que antes, es el comentario
electoral de Chomsky, “después de eso ya sabemos engañar a la gente mejor que
antes” son elementos de fundamentos ideológicos que construyen un fin último,
engañar.
La inquisición social se está
promulgando desde estos comentarios, sin duda, la “justicia” se disloco hacia
la toma del poder, político y jurídico. Y su entusiasmo se fundamenta en un
adagio comunista. “si consigues que gane el peor candidato, será mejor, porque
entonces habrá más apoyo para la
revolución”.
Chomsky manifiesta su especial
analogía en términos sociales y políticos, lo que sí es real es que él es
propulsor de las sublevaciones democráticas, es él, quien impulsa con haberes
foráneos los dislocamientos sociales, no solo en América, en muchos otras
fronteras.
En resumidas cuentas entre las sublevaciones
democráticas, que no son más que la estrategia y la justificación reactiva de la sociedad o
mas definido, de grupos marginales, se pretende distorsionar el valor político y económico de la sociedad, hemos o
somos el producto de la disrupción social, entre crecimiento social y
crecimiento demográfico, los que no lo entiendan están en el lado del
acomodaticio estructural, falacia conceptual.
Las Fases de la Ofensiva
La democracia se fundamenta en el
gobierno, elegido por los muchos, mayorías, pero en la realidad se da el voto
de las minorías inducidas por los intereses en disputa. El voto está siendo
manipulado una vez más por una distorsión de promesas populistas, de la
creación del “Estado Proveedor” del siglo XXI, es esta la concepción
socialista-estatista, una nueva frontera de bienestar, que por supuesto se está
manifestando ya, en su total fracaso, la continuación del fracaso cubano y la
evidente disrupción social en Venezuela, escases y pobreza. Debiendo considerar un elemento de suma
importancia en la filosofía política, en la cual se razonaba que el “gran
interlocutor” en la concertación popular lo constituían los partidos políticos.
Estos partidos políticos fueron el principal objetivo de la estrategia de
disrupción socialista, inutilizarlos y difamarlos, mediante la corrupción y el
controversial financiamiento electoral, adicionando la teoría del
multipartidismo, como estrategia de atomización ideológica e intereses. No se percibe en el continente o por lo menos
la parte latinoamericana un esfuerzo real de fortificación partidaria, de
consolidar y robustecer grupos de pensamiento político que permitieran
direccionar un liderazgo efectivo y real.
Sin embargo en la parte de la izquierda si se fomentó la organización y
el robustecimiento, mediante el financiamiento estatal y extranjero, corrupto,
de una corriente de participación política de singulares características,
mediante las ONG´s, estos fueron los instrumentos de labranza para minar los
sistemas políticos: los partidos y el voto ciudadano, en una primera fase de la
ofensiva, para luego intervenir en el sistema judicial y así lograr un dominio que
se conoce como la judicialización de la política estatal; mediante la toma de
la justicia que fue la segunda fase. Es
importante el rol relevante de la corrupción de los programas de asistencia
social y mucho más efectivos los apoyos financieros del narcotráfico y del
crimen organizado para alcanzar estas dos primeras fases, ya que con ello
penetraron inicialmente en el control y decisión de los partidos para luego
iniciar un control en los cargos populares, alcaldes y congresistas.
La tercera fase, se constituyó
con la toma del poder Ejecutivo, mediante, elecciones fraudulentas
ejemplarizadas en varios aspectos, votaciones adulteradas, marginación,
inclusión de menores y modificaciones de los sistemas electorales,
financiamientos corruptos y muy especialmente, mediante el financiamiento del
narcotráfico. Estos casos los hemos vistos en Suramérica, Argentina, Brasil,
Venezuela, Chile, Bolivia, Perú, Nicaragua y en menor cuantía en otros Estados
de la América latina, Guatemala, Honduras, Salvador, y más recientemente México.
La toma del poder parcial, obviamente ha incluido el cooptar la
institucionalidad del Estado, sus fuerzas armadas en muchos caso, sus fuerzas policiacas
y aquellas especializadas en los temas del narcotráfico y corrupción y sobre
todo, la toma del poder judicial que sirve en ambas vías, la impunidad.
El imperio español en América
La consolidación socialista ha estado
basada en varios postulados de orden ideológico y del estructuralismo social en
que se fundamenta la estrategia. La lucha de clases y su profundización social
es uno de ellos, de hecho reconocido como uno de sus fracasos en la batalla del
siglo XX, no lograron irrumpir socialmente con un antagonismo social (lucha de
clases) que promoviera y fortaleciera su lucha guerrillera, es más, el
movimiento de masas que se pretendía desde Perón, Allende, Castro y Árbenz no dio los impulsos
necesarios para su objetivo general de construir el comunismo en el continente.
Fue la expresión de la Guerra de Masas en el continente, en el norte se lidiaba
con la pujante lucha por los derechos civiles de los negros y en muy menos cuantía de otras minorías,
efectivas hasta mediados de los años 60, para concluir con el acto de Lyndon
Johnson sobre derechos civiles. Estos hechos de suma trascendencia, como lo
actuado en Estados Unidos, en esas décadas, así como en los 40´s la
constitución de la Legión del Caribe (Guatemala), y la lucha frontal contra el
imperio Español las últimas décadas del siglo XIX, son síntomas de agresión.
Representaban la conclusión de la
guerra de Estados Unidos contra el imperio español, que se manifestó en la
caída de Cuba en 1898, Filipinas, Puerto Rico y las islas del sud este asiático,
como botines y la emancipación o reconquista.
El fracaso de la incursión
comunista, décadas del 20 al 40, en América y su repulsión sistemática y
generalizada, marca una respuesta continental inducida o deducida, pero América
pretendía salir del dominio extranjero, (de Wilson a Eisenhower) y ante todo presentaba un frente común contra
el comunismo y la idea de su expansionismo Leninista. La consolidación del
liderazgo estadounidense se estaba fortaleciendo y su presencia dominante
demarcaba su manifestación de poder mundial. La primera y segunda guerra mundial del siglo
XX marca el liderazgo de Estados Unidos en su contienda mundial, su liderazgo es
firme y su visión es mundial. La guerra contra el imperio Español
(Latinoamérica) y su dominación por más de trecientos años marca un estigma en
la supremacía norteamericana, en cuanto a su derrota y el despojo de sus
propiedades, Cuba su ultimo bastión, paradójicamente se convierte en el bastión
de su antítesis (1959), el comunismo, es más, la sostiene y la promulga.
Quizás no toda, desde el incentivo de América para los Americanos
(XIX) se pretendía un continente sin otras influencias, la configuración del poder,
se estaba formando y la redistribución territorial era una maquinaria viva. Sin
embargo el continente era un objetivo, del comunismo, el norte controlado pero
el sur (derrotado y en procesos independentistas) con tremendas crisis, su
aproximación era está, vamos al sur para debilitar el norte. Sin embargo al
igual que el mediterráneo, la negociación era la estabilidad, hoy tenemos un
caribe dividido en fracciones de ultramar y en paraísos fiscales, de eróticas
negociaciones, Ingleses, franceses y holandeses, adicionalmente gringos y
españoles.
Esta escenografía política tanto
del continente como de la parte insular renueva un paradigma de dominio
europeo, para algunos, con ingredientes nacista post IIGM y URSS a partir de
principios del XX, y para otros, otomanos a mediados del XX e inicios del XXI.
Total peregrinación política e ideológica hacia el joven continente, y ante el
antagonismo, del nuevo poder (orden) emergente estadounidense
(democracia-liberal), se aglutinan los imperios caídos o neutralizados en suma
lucha de intereses de reconquistas de espacios vitales, hacia la américa de
Colon y los españoles. La primera y segunda guerra mundial del siglo XX son el
inicio del nuevo orden mundial, apuntalados por la caída del impero
austrohúngaro, el imperio español y las luchas napoleónicas por la restauración
del imperio romano de occidente a partir del sacro imperio germánico. Es el
siglo XIX y los inicios del XX, el inicio de un nuevo orden social, político y
militar, ¿y lo económico?
Estados Unidos surge como el
embrión del capitalismo, la libertad individual y social y los conceptos de
producción industrial y prosperidad, el sueño americano. Sin ser los únicos del
concepto industrial se convierten en los abanderados de la gestión de
producción y prosperidad individual, su genio administrativo y su implacable
inversión en la ciencia y la tecnología los hacen, si no, los únicos, los
vanguardistas del nuevo orden.
De la mano de esta nueva
trasformación histórico, política y económica, colocan al joven continente como
el vanguardista en el desarrollo y el crecimiento económico en los albores del
siglo XX. Esta demarcación geopolítica convierte a América en el centro de los
intereses del resto del orbe.
Y ahí, es donde inicia el siglo
XX en su justa dimensión, con dos guerras mundiales, la implosión del imperio Ruso,
la debacle de la península de Corea y la incipiente lucha, siempre en el
sudeste asiático de la península de Indochina, Vietnam y Camboya. Estamos en el
escenario de finales del gobierno de Eisenhower, Churchill y Charles
de Gaulle como los líderes de este nuevo escenario. De esta escena
brincamos a los nuevos escritos de la amenaza, los viejos aliados y
sobrevivientes son hoy los antagonistas del nuevo tabloide, en doble sentido,
tanto de escenarios como de medios de comunicación.
En la nueva conflagración se han
resaltado ya no solo los aspectos de orden económico, o de configuración
política, hoy día, surgen los temas geoculturales, las religiones y las razas,
etnias, colores, surgen como materiales de conflagración, aumentando los
incentivos de la lucha, nuevos no son, siempre han estado. Quizás con mayor
auge discursivo, los temas de la sexualidad y el sostenimiento ambiental, se
priorizan como material de discusión, quizás de transformación antropológica.
Prevaleciendo la sustentación histórica de la familia como génesis del
ordenamiento social humano, individualidad, familia y sociedad.
La consolidación socialista
moderna
La persecución judicial-política
ha sido quizás el arma más poderosa de esta nueva izquierda socializante, su
agudeza en torno a definir sus blancos políticos para neutralizarlos, desde los
ámbitos de la elección de candidatos a jueces, magistrados, operadores de alto
nivel y presidenciables, haciendo una eficiente persecución mediática de
los seleccionados. ¡AH! ¡Los medios de
comunicación!
La caída del muro de Berlín dio
inicio a una nueva estrategia de dominación política -ideológica, del comunismo
internación, pretendiendo con ella reiniciar la lucha en América Latina y otras
latitudes, el centro de África y el sureste asiático, con la variante que en
estos espacios la constante religiosa es sumamente influyente, los musulmanes y
su concepto teocrático vigente y en expansión. Dando sustentación ideológica a
grupos de nuevos “señores de la guerra” como se hacen llamar y cuyas acciones
manifiestan su ansia de poder, autocrático, alejados de la democracia y la republicanidad.
El poder de los muchos, el gran
partido único de los pobres, la dictadura de los pobres, todos ellos bajo una
premisa, las toma del poder y la constricción de las libertades individuales.
La arrogancia ideológicas, yo sé que es bueno para todos. El pastor que sabe
que les conviene a sus ovejas. El apostolado en la inducción social,
adoctrinamiento. El paladín de los desposeídos, y hacedor de dadivas.
Subyacente dicotomía entre el dominio y la libertad del ser humano, la lucha de estoicos y espiritualistas. Entre
subyugados y responsables. Las lucha perenne entre Utopía y Libertad. Entre la
iniciativa y el conformismo.
Todos son epítetos de un mismo laberinto,
que se centra en la interpretación filosófica de la vida y de cómo conducirla y
unos más pretenciosos de como conducirla, he ahí la gran diferencia. Quieres
enseñar a pensar o enseñar lo que se debe de pensar. El pensamiento crítico,
¡huy! Sin lugar a duda la gran cualidad humano de descubrir e investigar, desde
la observación y otros métodos para arribar a un pensamiento único o diferente,
coherente, esa es la gran dignificación humana, la desigualdad de pensamiento,
la no aceptación de las regulaciones o preceptos constituidos, y esto es lo que
genera los cambios sociales, desde lo individual, leyes, regulaciones y
ordenamiento.
Es el individualismo humano el
que genera los cambios, la socialización genera estancamiento y lucha de
poderes.
[1] La
idea de la justicia, Amartya Sen, 37.
[2]
Noam Chomsky, Las sublevaciones democráticas globales.
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