La geopolítica en el universo de la ciberseguridad
La geopolítica en el universo de la ciberseguridad
Del escritorio
del General Francisco Bermúdez Amado
Pareciese que
estos dos conceptos están en vector de colisión, en un azimut navegan los
Estados y sus intereses y en el otro navegan los internautas, los primeros con
leyes nacionales e internacionales que limitan en teoría sus capacidades y
acciones y los otros con el universo cibernético a su disposición, este ultimo
no reconoce fronteras y sus regulaciones son incipientes y tardías, en lo
tardío van de la mano. Actores unos, en total exposición, los estatales y sus
ciudadanos y en la clandestinidad los otros, agregándoles capacidades
financieras y determinantes en la intervención en todo el orbe terrestres. Dos
actores que se ven en rutas de choque y con un nivel de competencia exhaustivo
y con un marco referencial anodino.
Es sin duda el
choque del mundo análogo y el digital en su máxima expresión acompañado de un
realismo político, económico, social y militar, que avanza a la
desconfiguración del viejo o anclado escenario mundial. La tecnología digital
ha sido de gran impacto en la vida total, sin mostrar limites, más que la
creatividad de la inteligencia humana, que se aventura a gran velocidad a la
inteligencia artificial (IA), sin encontrar topes o parámetros. Estos avances
rápidos y constantes de la IA despiertan muchos escenarios, unos de confrontación,
otros de incertidumbre y los otros de incapacidad, siendo el parangón de ellos,
el adagio: “la suerte está echada”.
Recuerdo que en
mi posgrado en estrategia (90´) en Estados Unidos, se nos planteaba que los
desafíos del nuevo siglo estarían fincados en: la ciencia, la tecnología y la
energía. Su conocimiento ya estaba avanzado, pero en este primer cuarto del
Siglo XXI se desbordaron a niveles para muchos incomprensibles y para otros
inmanejables, siendo el factor promotor las grandes corporaciones, como en casi
todos los cambios de era o revolución hoy los empresarios, científicos y
desarrolladores, lideran el nuevo escenario mundial. Los fines pueden ser
variables, pero justificables en el sentido del desarrollo, las facilidades y
el sostenimiento de la vida, el pronóstico que más llamo mi atención fue que el
“ser humano” llegaría a vivir más de doscientos años al finalizar la centuria.
¿Será que estamos avanzando?
La IA significa
para algunos el camino al crecimiento humano y a su prolongación, así como el
incremento en los proyectos de viajes al espacio se configuran con mayor ahínco
y expectativa. Para los más escépticos es el camino a la extinción, hay
consideraciones intermedias, pero todas de gran expectativa y controversia. Si
consideramos estos conceptos preestablecidos, y aplicamos una tabla optimista
la humanidad va en el camino de su crecimiento, esto lo ratifica su taza de
natalidad y longevidad.
Lo actuado en los
factores claves, ciencia, tecnología y energía, se acentúan en su común
dependencia de bigdata, ellos convergen a grandes bases de datos cada ves
mayores y con grandes dependencias y debilidades, considerándose la
ciberseguridad su mayor objetivo de protección, confiabilidad y garantía
individual. El quehacer del “presente” esta íntimamente vinculado a estas tres:
la seguridad de la nube, la seguridad de la red y la seguridad física. Sin duda
cada día, mas se depende de las redes de información y esto concentra los
movimientos financieros, comerciales y comunicacionales, por mencionar los que
llaman la atención.
La ciberseguridad
se convierte en la garantía para la estabilidad de la información del mundo,
mundial. ¡ahí esta el detalle!
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