El viento sopla y la conciencia vuela
Del escritorio del General Francisco Bermúdez Amado. El viento sopla y la conciencia vuela Los altos y fornidos parales, se tornan irrefutables, son altos y erguidos su envergadura es incuestionable, su altivez engaña y su fortaleza intimida. Son sus expresivos ademanes señal de grandeza y consistencias, y su singular creatividad diseño de robustez y vigor. Los valles son su refugio y su visión engendra su altivez y diseño. Son lo que son, mareas de torbellinos incalculables, mares de colorido inconfundible son lo que son, frondosidades altivas y unitarias de gran envergadura y permanencia. Los bosques son eso, inconsolables laberintos de ternura y opacidad, remansos de poder y de historia, insoslayables aparejos de incertidumbre y vida. El viento los conjuga y arremete, mostrando sus más variadas facetas, su esplendor se engalana con el silbido del fenómeno climático. En el conjunto, el soplar se entre juega con sus brazos y extensiones, sus hojas cayendo y su rugir ...